10 mar 2025

Tardes de soledad. Años de ignorancia.

Describía Isabel Vázquez (autodeclarada como anti-antitaurina) allá por septiembre, cuando vio el pase en San Sebastián, un ambiente de conmoción que situaba a la obra de Albert Serra en una inapelable posición de favoritismo para la obtención de la Concha de Oro; según la especialista en cine de La Cultureta, sólo una manifiesta arbitrariedad y/o la intervención de motivaciones políticas podrían haber privado a Tardes de soledad del máximo galardón en la cita donostiarra. Asimismo, refería una situación de desconcierto que, desde mi posición de oyente, se identificaba con aquel que sólo son capaces de producir las obras maestras.

Parto de una necesaria base aclaratoria: Yo no entiendo nada de toros. Sí es un mundo que me resulta fascinante y que hago lo que puedo para conocer y así aprender a saborearlo, pero siento que es muy complicado llegar a hacerlo sin que ese conocimiento haya sido administrado desde la infancia. Apenas soy capaz de distinguir cuando el matador lo hace bien o lo hace mal; ni mucho menos de indignarme debido a disyuntivas de pureza y ortodoxia versus transgresión y heterodoxia, más allá de hechos muy incontestables, como cerrar una plaza sólo para mujeres, el salto de la rana o mordisquear el pitón de un astado.

Tampoco es que entienda mucho más de cine, claro. ¿Por qué hablar de Tardes de soledad entonces, más allá de que sea un fenómeno que podría estar superando entre los diletantes como yo el impacto de la reaparición en 2007 de José Tomás? Bueno, porque otra cosa no, pero sabemos emocionarnos ante obras cuyo recuerdo, demasiado poco tiempo después, nos ponen los vellos de punta.

Citando de nuevo aquella intervención de Isabel Vázquez, decisiva para crear en mí una fuerte expectación por ver la película, recuerdo cómo desgranó las muy diversas reacciones del respetable tras el pase en el festival vasco: Antitaurinos indignados, taurinos confusos, indiferentes noqueados, antitaurinos rendidos, taurinos abducidos, indiferentes bostezando, taurinos iracundos, indiferentes extasiados... Todo un abanico de reacciones que, de entrada, consolidaba la idea de que la película era libre, independiente, sin ningún ánimo de buscar la palmadita en el hombro de ningún colectivo, sin más propósito que el de abordar la fiesta desde una perspectiva cinematográfica, acaso el más ambicioso de los objetivos, el de abrirse camino sin tomar partido, simplemente mostrando, enseñando, en lo que será un ejercicio preciosista, pero crudo; visceral, pero aséptico. Contradicciones. Como en la lidia. Como en la vida.

La pesadumbre y la decepción se pueden encontrar en varios textos de críticos taurinos que, seguramente, esperaban encontrar un documental que ensalzara de una manera más diáfana la fiesta y en la que echan de menos al público y otros agentes imprescindibles del mundo del toreo. Sin embargo, Albert Serra ha elegido poner el foco en toro y torero, prescindiendo de imágenes de los tendidos, del palco, de los cielos de Madrid, Santander o Sevilla. Primeros planos rodados con un nivel de detalle sobrecogedor y en los que cobra una especial relevancia el despliegue técnico llevado a cabo por los especialistas de sonido, lo que nos permite recrearnos en la porfía entre matador y astado, además de buscar apoyo, respiro y empatía entre las continuas exclamaciones, ánimos y exabruptos de la cuadrilla, única concesión -quién sabe si por la imposibilidad de ser eliminada- del director más allá del protagonismo casi absoluto de las dos figuras principales. 

Impresiona pensar horas más tarde del visionado de Tardes de soledad que Serra ha logrado crear una trama, trenzar un arco narrativo. Emociona recordar varias escenas y reparar en que esa, y no otra, es tu favorita. Descoloca reconocer cómo con una arquitectura monótona -lidia, furgoneta, hotel, furgoneta, lidia...- se ha erigido un relato coronado por la indiscutible plasticidad del (afortunado) percance sufrido por el maestro peruano en Santander. ¿Nos ponemos a hablar ahora de lo siniestro, la muerte, el Eros / Tánatos, etc.? Qué aburrimiento...

Hay relato porque los toros tienen presencia y carácter; porque se ha logrado plasmar la nobleza cuando la había, como en el segundo y enorme morlaco de La Maestranza, y también la incertidumbre cuando era esta la que reinaba. Podrían ser muchos los momentos en los que el instinto puede llevar al espectador a apartar la mirada, pero hay que recordar las palabras del director, cuando aseveraba que del toro era bonita hasta su muerte; por eso, por respeto al animal, me quedé observando un par de puntillas fallidas, un espasmo, una lengua que entraba, que salía, otro espasmo y, más allá, unos ojos que no acababan de cerrarse. 

Por su parte, Roca Rey es representado como una nueva encarnación de Apolo; hierático, frío, analítico, distante, resolutivo, revanchista, implacable, ambicioso, pero también grato. E inseguro, templado, contenido y atormentado. Sí, como Apolo.

3 sept 2023

Año Hídrico 2023-2024

Recuerdo que las últimas veces que escribí del tiempo el año pasado lo hacía esperanzado porque pensaba que a Sánchez le quedaba poco tiempo. Por memoria histórica de la de verdad, llevo sosteniendo en conversaciones varias que este próximo año hídrico sería rico y copioso; y que, después de tanta carestía, seguramente volveríamos a ver inundaciones en el área de Jerez y del sur de la provincia de Cádiz. Confiaba en que la recuperación del nivel de los embalses, así como los múltiples beneficios que trae consigo un buen nivel de precipitaciones beneficiarían a la economía y al nuevo presidente, que relevaría al nefasto Sánchez, auxiliado por una buena coyuntura meteorológica. 

Sin embargo, todo parece indicar que será una vez más el actual presidente en funciones quien saque provecho de una meteorología que, según muchos especialistas, será favorable para la agricultura y el abastecimiento humano. 

El año hídrico finalizó prácticamente en la primera semana de enero; apenas se registraron lluvias en los siguientes seis meses, produciéndose esa inmisericorde y severa sequía, sólo aliviada por la abundancia de las precipitaciones otoñales.

El calendario de lluvias actual se ha inaugurado este fin de semana, recogiéndose en San José del Valle, y en sólo dos días, más del 30% de todo lo acumulado en el anterior 2022-2023. Es significativo este pluviómetro porque es el que está más relacionado con lo que pueda afectar al gran pulmón hídrico de nuestra provincia, que no es, como mucha gente sigue creyendo, el pantano de Los Hurones, sino el embalse de Guadalcacín. Los pluviómetros que nutren al primero, más relacionados con El Bosque y Grazalema, no han alcanzado cifras tan tremendas como la localidad del valle.


En fin, esto no ha hecho más que empezar y pinta bien. 

Por lo demás, la primavera fue normal; con momentos de bastante calor que coincidieron con la Feria de Abril y que hicieron saltar las alarmas de los habituales benefactores de la humanidad, acallados luego cuando los registros térmicos se situaban en cotas normales hasta la llegada del verano; verano que también ha sido normal, con momentos de fresco, tanto diurno como nocturno y las habituales oleadas de calor reflejadas en esos mapas mefistofélicos con los que acompañan la información meteorológica los informativos de nuestro país, también benefactores de la humanidad y de la Creación.

Ah, recuerden que para el frío hay que esperar hasta, aproximadamente, el 15 de noviembre. Una cosa es lluvia y otra cosa es frío, que ya somos mayorcitos para distinguirlo.

28 feb 2023

Tres semanas para la primavera

Se va febrero y lo hace como llegó: con mucho frío. Han sido unas semanas donde ha predominado el aire seco y adusto de levante con componente norte; magnífico para secar la ropa; no tan bueno para el campo durante tantos días, sobre todo si se le añade una práctica ausencia de lluvias que empieza a afectar a las reservas de agua, no tan óptimas como a mediados de diciembre.

En cualquier caso, motivos de sobra para ningunear a aquellas voces que, en cuanto asome un rayo de sol acompañado de calma chicha y de una temperatura superior a 15ºC, afirmen esa frase tan socorrida y tan falsa de «no hemos tenido invierno». Vaya si lo hemos tenido.





31 ene 2023

Finales de enero

 ¿Qué? Hace frío, ¿no? Ya se os ha quitado de la boquita la frasecilla esa de «no estamos teniendo invierno». Enero ha sido un témpano desde poco después de Reyes, cuando los días fueron atípicos, inusualmente suaves de temperaturas; lo normal es pelarse de frío mientras uno observa cómo pasa la cabalgata.

Enero es el mes en el que nieva; fue el mes de la Filomena y supone el núcleo duro del invierno, como julio es el del verano. Aguardar un frío polar antes de enero es una carajotada.



4 ene 2023

Fin del Adviento y Año Nuevo 2023

Gran parte de las navidades las hemos pasado ligeritos de ropa. En Cádiz, se ha podido salir con una americana de lana y una camisa por todo atuendo. El día 16 de diciembre celebramos el almuerzo laboral navideño y fui paseando un jersey hasta que decidí ponérmelo, pero sólo por el mero hecho de no cargar con él.

Algunos días el aire ha sido de componente norte y ello ha invitado a coger la rebequita; especialmente, desde los estertores de 2022.

Lo que no recuerdo es una navidad nevada en Cádiz. Ni en la Sierra. Hasta donde alcanzo a recordar, en la sierra nieva en las semanas fuertes de invierno, entre mediados de enero y mediados de febrero. La manguita corta y el jersey atado a la cintura o caidito por los hombros en una Marea abarrotada mientras el recogevasos se abría paso como podía constituye, sin duda, una de las postales clásicas de mi infancia. Postales invernales, claro.


15 dic 2022

Lluvias de otoño 2022

Lo primero, no olvidar que no ha llegado aún el invierno. Aunque no lo parezca, estamos en otoño. Y el otoño, otoño es. Ya lo sabemos. No les voy a explicar nada que no sepan ya.

Como que los datos, datos son. Y es que el año hídrico está resultando de lo más positivo, encontrándose Grazalema, sin ir más lejos, cumpliendo dos tercios de lo recogido los dos años hídricos anteriores. Otra cosa es cómo siguen los pantanos de La Janda, con cifras preocupantes en el caso del Barbate; pero el Barbate es el Barbate y Grazalema es Grazalema. Eso es algo que comprende todo el mundo.

La cuestión es que ya lo advertimos hace un mes. El 15 de noviembre entra el frío y, a partir de entonces, también será el momento de alarmarnos por el año hídrico. O no. 

Por último, añadiré que cuanto más llueva, mejor para todos porque más agua habrá.



17 nov 2022

Inicio del fresquito

 Ya lo dije el lunes: El frío entra a partir de la segunda quincena de noviembre. No desde; a partir de. 

Aquí estamos en Cádiz, sin que nos sobre ya un barbour mientras se produce un paréntesis, esperemos que breve, en la racha de precipitaciones que comenzó esta semana.