¿Qué? Hace frío, ¿no? Ya se os ha quitado de la boquita la frasecilla esa de «no estamos teniendo invierno». Enero ha sido un témpano desde poco después de Reyes, cuando los días fueron atípicos, inusualmente suaves de temperaturas; lo normal es pelarse de frío mientras uno observa cómo pasa la cabalgata.
Enero es el mes en el que nieva; fue el mes de la Filomena y supone el núcleo duro del invierno, como julio es el del verano. Aguardar un frío polar antes de enero es una carajotada.