Se va febrero y lo hace como llegó: con mucho frío. Han sido unas semanas donde ha predominado el aire seco y adusto de levante con componente norte; magnífico para secar la ropa; no tan bueno para el campo durante tantos días, sobre todo si se le añade una práctica ausencia de lluvias que empieza a afectar a las reservas de agua, no tan óptimas como a mediados de diciembre.
En cualquier caso, motivos de sobra para ningunear a aquellas voces que, en cuanto asome un rayo de sol acompañado de calma chicha y de una temperatura superior a 15ºC, afirmen esa frase tan socorrida y tan falsa de «no hemos tenido invierno». Vaya si lo hemos tenido.